OCU informa de que el fabricante HP ha hecho públicos más de 150 modelos de portátiles y notebooks cuyas baterías podrían sufrir sobrecalentamiento e incluso riesgo de incendio y quemaduras para los usuarios.
Según informa el fabricante, las baterías afectadas constituyen un peligro de incendio y podrían causar quemaduras. Por ello, recomienda a los usuarios de portátiles HP que comprueben si su aparato está entre los afectados. ¿Tu portátil es HP?
Entra y compruébalo
Según alerta HP, esas baterías podrían sobrecalentarse en exceso, con el consiguiente peligro. Por eso, el fabricante HP ha anunciado que realizará voluntariamente la retirada y sustitución de las baterías de notebook afectadas.
Estas baterías estaban incluidas en modelos de portátiles HP Compaq, HP ProBook, HP ENVY, Compaq Presario y HP Pavilion vendidos en todo el mundo entre marzo de 2013 y agosto de 2015. Además, también se habían vendido como accesorios, repuesto o usadas como reemplazo a través del soporte
Se reemplace, sin coste alguno para el usuario, todas las baterías defectuosas e inseguras, incluso fuera de garantía
El fabricante se haga cargo de la reparación de las posibles averías en los ordenadores portátiles afectados que hayan sido causadas por las baterías con defectos de fabricación
Además, recomendamos a todos aquellos consumidores que posean uno de estos productos que comprueben si su modelo está afectado y actúne en consecuencia, pues es un problema de seguridad eléctrica.
Si tu portátil es un HP comprado entre 2013 y 2015, o si has comprado una batería de este fabricante, entra en su web y comprueba si te afecta esta alerta.
La empresa Eden ha retirado más de 6.000 de sus garrafas de agua debido a una intoxicación que ha afectado a cerca de 700 personas en Barcelona.
Este tipo de empresas se dedican a la comercialización y distribución de agua envasada en garrafas para fuentes o dispensadores portátiles, garrafas que suelen estar presentes en lugares públicos y dispensarse a empresas, pero también se utilizan en domicilios particulares para consumo doméstico, especialmente en lugares donde el agua del grifo no presenta un sabor demasiado agradable.Eso sí, como ya advertimos en 2013, el agua que se dispensa en este tipo de garrafas no tiene las mismas garantías y protecciones que el agua de grifo.
Al estar envasada, lo lógico sería que como mínimo el agua de estas garrafas tenga las garantías sanitarias que se le exigen al agua embotellada comercializada en tiendas, que son menos estrictas que para el agua del grifo porque se permite cierta carga microbiana, pero no microbios patógenos, como los encontrados en las garrafas Eden. Además, sólo se le exige al agua de las garrafas que cumplan estos mínimos en el momento de envasado, no se alude a nada para el momento del consumo, como se pide al agua de grifo.El agua de estas garrafas carece del desinfectante que da seguridad higiénica al agua de grifo, por lo que cualquier manipulación o almacenaje incorrecto antes de comercializarse, puede aumentar la presencia de microbios. Además, estas garrafas se almacenan a temperatura ambiente hasta su consumo, sin ninguna precaución especial, por lo que aumenta el riesgo.
¿El esmero en su fabricación es suficiente para garantizar la calidad higiénica del agua en garrafa en el momento del consumo? Como vemos, no, o al menos no siempre.
OCU realizó en 2013 un estudio sobre el agua Aquaservice y resultó ser un agua de baja mineralización pero muy desequilibrada y agresiva, con una carga microbiana que sería inaceptable en un agua de distribución, por ofrecer menos garantías sanitarias. Pero estaba dentro de los rangos encontrados en aguas envasadas almacenadas. Si no tuviéramos acceso a agua de distribución, podría ser una alternativa válida. Pero no aporta nada que no tenga el agua del grifo de la mayoría de las ciudades españolas, y carece de seguridad higiénica.
Estos ordenadores unen lo mejor de dos mundos, puesto que son ultrabooks que se transforman en tabletas. Utilizan Windows 8 por lo que permiten instalar los programas clásicos para PC.
Se puede ocultar el teclado detrás de la pantalla o simplemente quitarlo y, como la pantalla es táctil, se puede interaccionar con las aplicaciones o redactar pequeños textos, como si de una tableta se tratara. Pero no se deben confundir con las tabletas con teclados, pues las funcionalidades son muy distintas.
En las pasadas semanas, hemos asistido a un espectáculo digno de patio de colegio. Microsoft y Opera se tiraron los trastos en público a costa de la eficiencia de sus navegadores. Ambas firmas hicieron públicas diferentes pruebas en las que, de manera 'sorprendente', sus navegadores eran los que mejor trataban las baterías de una tableta Surface, en el caso de Edge, y de un ordenador portátil, en el de Opera.
En Teknautas hemos querido salir de dudas por nuestra cuenta, y para ello hemos organizado una prueba con tres navegadores y un mismo ordenador portátil. Los navegadores que hemos probado son Chrome, Firefox, Opera y Edge y, por una vez, no nos queda otra que darle la razón a Microsoft. Edge ha ganado al resto con una ajustada victoria sobre Firefox.
Para hacer las pruebas, nos hemos valido de un par de portátiles idénticos. En concreto, se trata de un Asus VivoBook S200E, que cuenta con un procesador i3 2365M a 1,4GHz, 4GB de memoria RAM y un disco duro de 320GB. Y para ejecutar el test, hemos tirado de las últimas versiones disponibles de los navegadores. La versión de Edge era la 20.10240.16384.0, la 51.0.02704.103 m de Chrome, la 47.01 de Firefox y la 38.0 de Opera. No hemos incluido Safari ante la imposibilidad de probarlo en las mismas condiciones que el resto.
Nuestra primera intención al ejecutar la prueba era instalar una extensión que permitiera recargar una página web cada pocos segundos para forzar así al navegador a estar trabajando de manera constante. Pero Edge todavía no soporta los añadidos externos, por lo que hemos tenido que descartar esa opción ante la imposibilidad de encontrar una alternativa satisfactoria.
En su lugar, hemos optado por reproducir un vídeo de YouTube de una extensión lo suficientemente larga como para que ningún navegador pudiera sobrevivir al metraje conjunto del vídeo y de los anuncios. Ninguno lo ha logrado, aunque los resultados han sido dispares. Por la cola se encuentra Chrome, incapaz de sobrevivir a su mala fama. Nuestra prueba lo ha demostrado: ha aguantado en pie 2:09 horas.
Microsoft estaba en lo cierto con Edge: su navegador es capaz de aguantar más tiempo en pie. Todo lo contrario sucede con Chrome y Opera
¿Por qué ha finalizado en última posición? El consumo de recursos siempre ha sido un hándicap para el navegador de Google, que abusa especialmente de la memoria RAM para mantener las diferentes pestañas abiertas (aunque en nuestro caso, solo había una en marcha). Lo hace para que los diferentes procesos que están en funcionamiento en una pestaña sean independientes del resto y así optimizar la experiencia de uso. El peaje a pagar es ese consumo excesivo de batería.
El segundo en la lista ha sido Opera. A pesar de que el navegador sacó pecho recientemente y aseguró que su navegador era el que mejor cuidaba la batería, solo ha aguantado unos pocos minutos más que Chrome. En total, han sido 2:13 horas las que se ha mantenido en funcionamiento.