Otro mito tiene que ver con la degradación de la batería por el mero hecho de tener la batería instalada mientras tenemos conectado el portátil a la red eléctrica. Aparte de que, si fuera dañino, los equipos con baterías no reemplazables lo tendrían muy mal, los equipos tienen sistemas de protección que hacen que la batería deje de cargarse automáticamente cuando está llena.El problema que puede tener dejar la batería en un portátil mientas está enchufado es el del calentamiento, como explicaremos más adelante.Los equipos portátiles de última generación, como los VivoBook Pro de la serie N de Asus, juegan con la integración de la batería dentro de la carcasa para eliminar la protección metálica de las baterías extraíbles.
De hecho, las baterías internas en equipos como este, vienen recubiertas con una especie de bolsa muy delgada que aísla los componentes químicos frente al aire, ahorrando el peso y el espacio de dicha protección metálica.De todos los parámetros de una batería, el que determina el número de ciclos de carga y descarga es uno de los más confusos. A modo de referencia, se suelen barajar cifras del orden de 1.000 ciclos para determinar la vida útil de una batería.No, no es que al cabo de 1.000 ciclos la batería deje de funcionar. Ese número se refiere a que la batería, al cabo de ese número de ciclos de carga/descarga, verá reducida su capacidad original de un modo tan notable que se puede considerar que ya no cumple con su función original.Un ciclo de carga/descarga se cuenta en el momento en el que, tras estar trabajando con el portátil desenchufado, lo conectamos a la red eléctrica y la batería empieza a recargarse. Da igual si lo descargamos al máximo o sólo hasta el 80%. Todos cuentan como un ciclo.
Ahora bien. El número de ciclos que puede aguantar una batería depende de cómo de descargada esté la batería cuando empezamos a cargarla. Es decir, si la descargamos completamente, el número de ciclos de la batería será de entre 300 y 500, pero si sólo la descargamos un 25%, los ciclos pueden llegar a entre 2.000 y 2.500. Esta referencia está sacada de un artículo académico, pero es extrapolable al caso que nos ocupa.Si el efecto memoria es un mito, lo que sí es una realidad en las baterías de Litio, es el efecto perjudicial que tiene descargarlas al mínimo de su capacidad. Además de reducir el número de ciclos que puede soportar, en algunos casos puede llevar a la batería a un estado de sobredescarga, en el que no es fácil hacer que vuelva a la vida.
Para quienes valoren el silencio esto podría ser un problema, pero es el precio que hay que pagar por disponer de esa posibilidad. Por supuesto la ventaja es que sí podremos garantizar que las temperaturas de los componentes y del equipo son siempre razonables incluso con cargas muy elevadas.También hay otra consecuencia lógica en este monstruoso desarrollo de ASUS: el consumo energético es elevado, algo que ya se puede deducir cuando uno conecta el ladrillazo que es necesario utilizar para alimentar el módulo de refrigeración líquida y el portátil. Eso se nota también en la autonomía de la batería, que ronda las 4 horas en un uso normal y que se reduce bastante cuando queremos disfrutar de los videojuegos sin tenerlo conectado a la corriente. En cualquier caso este factor no es tan relevante en este caso porque como decíamos este no será precisamente un equipo que nos llevemos a la cafetería un rato.
Son pocas las ocasiones en las que tenemos la oportunidad de analizar un equipo de estas características y por tanto es difícil poner en perspectiva una solución que es eminentemente distinta a la que suele ocupar nuestros análisis. Una cosa está clara: el ASUS ROG GX700VO no deja indiferente a nadie.
Todo en él deja claro que la propuesta de ASUS no tiene debilidades realmente determinantes: el objetivo es proporcionar a los gamers un portátil capaz de darles todo lo que necesitan en sus sesiones online y offline, y desde luego en ese sentido cumple tanto exterior como (sobre todo) interiormente. La elección de los componentes hardware es excelente, pero una vez comprobado que su propuesta cumple con lo esperado, llega la pregunta lógica. ¿Vale la pena invertir 4.500 euros en un equipo portátil?
En nuestra opinión recomendar el equipo es muy complicado. Incluso teniendo en cuenta que se trata de un producto de nicho, no encontramos argumentos contundentes que hagan que esta propuesta sea más interesante que un equipo de sobremesa dedicado a los videojuegos. Las dimensiones y peso de esos equipos (de las cajas, me refiero) no son mucho más elevadas, y aquí basta con mencionar proyectos como el que DisfrutaTuCastigo lleva tiempo actualizando (echamos de menos el PC Gamer 2016) que demuestran que es posible contar con unas prestaciones impresionantes en un espacio más compacto de lo que cabría esperar.
Eso se une a otras necesidades clásicas de los gamers que no tienen cabida en la mayoría de portátiles: un buen teclado, un buen ratón y una buena pantalla (o pantallas, ojo) son claves para obtener la experiencia deseada, y aquí hay combinaciones de hardware que pueden cumplir con las expectativas de casi todo este segmento por debajo de esos 4.500 euros. ¿Es el ASUS ROG GX700VO impresionante? Sin lugar a dudas. ¿Lo recomendaríamos? Me temo que no.Zuckerberg celebraba hace unas horas los 500 millones de usuarios mensuales a los que había llegado Instagram. Este servicio, adquirido por Facebook hace cuatro años, lograba un hito que Zuck celebraba con una imagen simpática pero en la que rápidamente aparecieron detalles reveladores sobre su portátil.
Aunque ese equipo aparecía casi fuera de plano pronto se reveló que Zuckerberg no era ajeno a los potenciales ciberataques que pueden sufrir los usuarios. El portátil del creador de Facebook hace uso de remedios caseros para proteger su privacidad: tanto la webcam como el micrófono de su MacBook Pro estaban tapados con cinta adhesiva. Si él lo hace, tú también deberías.En la imagen se puede ver cómo efectivamnete ese equipo aparece con esos componentes tapados para evitar posibles intrusiones a través de los llamados RATs (Remote Administration Tools), soluciones que logran acceder de forma remota a nuestro ordenador y controlar nuestra webcam sin que lo sepamos.
La idea de estos ciberataques, como explicaba el experto en seguridad Chema Alonso en ese vídeo, es la de captar todo tipo de imágenes y luego chantajear a las víctimas para no revelar y sacar a la luz tanto el vídeo como el audio de quién sabe qué situaciones delante del ordenador.La imagen publicada por Zuckerberg no es más que la demostración de que incluso los grandes protagonistas del sector tecnológico acuden a métodos caseros para evitar sustos en este sentido. Hace tiempo que diversos fabricantes han detectado el interés por este tipo de problemas y Amazon, por ejemplo, está repleto de pequeñas pegatinas en distintos formatos que permiten tapar la webcam y el micrófono de nuestro portátil de una forma más profesional.
En esa imagen se ve claramente cómo la webcam está tapada con cinta, pero también lo está la toma de micrófono, que en el MacBook Pro no está asociada al jack de los auriculares: hay una entrada dual de micrófono que se puede ver con dos orificios en ese modelo de este equipo.
Usar cinta la webcam es cada vez más habitual, pero deberás tener también cuidado con la toma de micrófono, que en los portátiles suele también poder taparse con cinta para esos pequeños orificios que harán que la recepción de audio sea mucho más complicada si intentan pincharnos el equipo. Si queréis evitar sustos de forma más permanente podéis arriesgaros con soluciones más drásticas, como echar pegamento en esos orificios o incluso abrir el equipo para localizar el chip del micrófono y cortar los cables (normalmente dos) que van a él.
Hay modelos de portátiles en los que la toma de micrófono forma parte de la toma de auriculares, y aquí hay quien utiliza conectores mini jack capados que simplemente conecta a esas tomas pero a los que luego corta los cables para que no haya salida o entrada de datos y por tanto no se pueda espiar ese sonido ambiente mientras no seamos nosotros los que conectemos unos auriculares con micrófono normales. Esas medidas pueden poner las cosas difíciles a quien intente espiarnos, así que os aconsejamos seguirlas.Ya pudimos ver a su hermana más pequeña en una placa para ordenadores portátiles, pero la cosa es bastante más llamativa si lo que nos enseñan es toda una GeForce GTX 1080, en su versión móvil. Nvidia quiere subir el rendimiento gráfico de los portátiles a otro nivel, y van llegando las primeras pruebas.
Lo que nos enseñan los chicos de Videocardz no es un experimento, y aunque será bastante caro hacerse con algo así, hay varios fabricantes interesadas en la denominada GTX 1080, parece que no habrá un “M” para diferenciarla. Con respecto a la versión de sobremesa, sigue utilizando el procesador GP104 y hay 2.560 núcleos CUDA (160 TMUs y 64 ROPs).Aunque no está confirmado todo apunta a que la memoria RAM utilizada es de tipo GDDR5X, como las versiones de sobremesa, con un tamaño de 8GB y un bus de 256 bits. Estas memoria funcionan a 10 GHz con un ancho de banda de 320 GB/s. Sería la primera vez que esta memoria se utiliza en una versión “móvil” de las gráficas de Nvidia.
¿Dónde estarán las diferencias? Interpretamos que las velocidades de reloj estarán a un nivel inferior en las “M”. Según las cuentas de MSI, esta GTX 1080 será un 20% superior en rendimiento a una Titan X de la generación anterior, recordad que hablamos de ordenadores portátiles.Aunque las imágenes que os enseñamos son de un equipo de la marca CLEVO, hay otros nombres importantes que tendrán equipos con este monstruo: suenan MSI, EVGA, y ASUS, esta última con algún tipo de sistema de refrigeración líquida para mejorar el rendimiento general. El precio de un ordenador portátil con una tarjeta así rápidamente subirá de los 3.000 euros.Un grupo de investigadores de la Universidad de Birmingham ha desarrollado una antena a la que han bautizado como SAT o Smart Antenna Technology, que no solo destaca por la integración de varios estándares de conexión, sino por su tamaño.