La interfaz que ha sido diseñada para interactuar con hologramas, disponible al día de hoy en exclusiva para HoloLens, llegará a Windows 10 por medio de ordenadores con chips Intel. Para esto necesitaremos apoyarnos en cascos con pantallas integradas que nos permitirán interactuar con todas las aplicaciones holográficas tanto 3D como 2D, además de cualquier programa que cuenten con soporte para la plataforma.
Esto significa que todos los ordenadores con chips Intel y Windows 10 tendrán capacidades de realidad aumentada, realidad mixta e interacción con hologramas gracias a una futura actualización del operativo que llegará en 2017, esto incluye tanto ordenadores como portátiles, sin embargo no se anunció nada con respecto de requisitos mínimos de hardware sólo se mencionó que todos los PCs, así que sólo nos queda esperar a que sea verdad.
Uno de los mayores alicientes de Windows 10 es que es un sistema operativo versátil capaz de ofrecer su versión completa tanto en ordenadores como en tabletas. Esto está haciendo que muchas marcas traten de explotar la gama de entrada con convertibles que se aprovechan de un sistema operativo maduro y completo.El Fnac One es un ejemplo de esto, una tableta convertible de marca blanca con procesador de cuatro núcleos y 2 GB de RAM. ¿Pero serán estas especificaciones suficiente para ofrecer una buena experiencia con Windows 10? Esta es la pregunta a las que intentaremos responder hoy después de haber estado varios días probando el dispositivo.
Con su tableta Fnac quiere tratar de ofrecer un producto lo más económico posible con los beneficios de la convergencia de Windows 10. Esto se traduce en un dispositivo de gama de entrada que trata de economizar en todo lo que puede. Antes de entrar a valorar nuestra experiencia y hasta qué punto esa apuesta por lo económico les puede haber pasado factura, vamos a empezar desglosando sus características técnicas.
Fnac ha confiado en la empresa española Sunstech para diseñar y fabricar su dispositivo, y el resultado ha sido una tableta gruesa, pesada y sin demasiados detalles diferenciadores. Aspectos que sin embargo, si el rendimiento es bueno, podrían quedar en un segundo lugar vendiéndose como un sacrifico imprescindible para ofrecer un producto económico.El procesador es un viejo conocido de las tabletas de gama de entrada, ya que el Atom Z3735F de Intel lo utilizaron el año pasado dispositivos como el Lenovo IdeaPad 100S o el Toshiba Satellite Click Mini. En todos ellos la premisa era la misma, apostar por un hardware modesto pero que sea suficiente para los usuarios móviles.
La pantalla apuesta por conformarse con una resolución HD de 1280 x 800 píxeles, que debería ser suficiente para con sus 10,1 pulgadas ofrezcan una calidad de imagen decente a la hora de reproducir vídeos. Sobre el papel, esta resolución sin alardes, combinada con su batería de 7000 mAh, debería dar una muy buena autonomía. Veremos en nuestras pruebas si esto se cumple.Viene acompañada por 2 gigas de memoria RAM, lo que se presenta como el mayor reto para un sistema operativo que viene a ser el mismo que en portátiles y equipos de sobremesa. ¿Penalizará esto la multifunción, el uso de aplicaciones o la navegación web? Veremos qué tal sale la jugada, porque la apuesta es arriesgada.El grosor de la tableta se queda por encima de la media con 10 milímetros, aunque han logrado sacar beneficio de él incluyendo un puerto USB de los grandes. Sus 620 gramos también la hacen un poco pesada, y las especificaciones las cierran unas cámaras de 5 y 2 megapíxeles, piertos microUSB y MicroHDM, y una gráfica Intel HD de séptima generación.
El Fnac One es una tableta destinada a ofrecer una experiencia decente con Windows 10 por el mínimo precio posible, y el diseño ha sido uno de los grandes sacrificados para tratar de abaratar al máximo el resultado final. Y esto lo notamos en que pese a tener alguna que otra buena idea, la calidad de los materiales acaba jugándole una mala pasada.Un ejemplo lo encontramos en la parte trasera del dispositivo. No llama demasiado la atención, pero han tenido la buena idea de apostar por un acabado plástico gomoso con textura rugosa que le da un muy buen agarre en la mano. Pero el material elegido no está a la altura de la idea, y acaba ensuciándose rápidamente dejando toda la tableta con una fea sensación de suciedad. Quizá con un material un poco mejor el resultado hubiera sido otro.
Es en esta parte trasera donde Sunstech ha colocado algunos de los elementos del equipo, como los botones de encendido y volumen en la zona superior. Los altavoces están colocados en la izquierda de este dorso trasero, y la cámara la encontramos muy ajustada a la esquina superior derecha. En la parte baja hay una pequeña tapa que cubre la ranura microSD.
En cuanto a los laterales, en el derecho sólo han colocado el micrófono, y es en el izquierdo en el que se sitúan todas las conexiones: la ranura microUSB, el jack de audio de 3,5 milímetros, el microHDMI y la ranura USB de tamaño completo. Por último, en el lateral de abajo veremos las ranuras en las que insertaremos los enganches del teclado para acoplarlo.
Como podéis ver en la tabla, no podemos decir que Fnac haya pensado mucho en contener el tamaño. Tiene unos excesivos marcos le dan un tamaño bastante superior al de otras propuestas con el mismo tamaño de pantalla, y el peso también es uno de los más elevados en comparación con el de las demás.Pero claro, ajustar el tamaño, contener el peso y mejorar los acabados podría haber elevado el coste del dispositivo, y no podemos olvidar cual es su cometido principal. Por lo tanto el del diseño era un sacrificio que cabía esperar, ya que lo importante en estos casos está en el interior, en el rendimiento que ofrezca su hardware.
Y por último tenemos el teclado, desde el cual he escrito parte de este análisis. Es difícil crear en tan poco espacio un teclado en el que sea cómodo escribir, y aunque Sunstech ha intentado solucionarlo con una buena separación entre las teclas, es verdad que si estamos acostumbrados a utilizar los de sobremesa a veces nos costará atinar cuando intentamos escribir rápido. En cualquier caso el acabado es bueno, y las teclas tienen un buen tacto, están bien ajustadas y no bailan.Los únicos problemas que le he encontrado al teclado son su anclaje y su touchpad. El anclaje tiene un ángulo de giro bastante limitado que no permitirá inclinar lo suficiente la pantalla cuando estemos utilizándolo como portátil, lo que nos puede obligar a agacharnos demasiado en algunas ocasiones. El touchpad es demasiado sensible en las zonas de pulsación, y ha pasado varias veces que al apretarlo para hacer click derecho se mueva un poco antes y no consiga apuntar sobre el icono.
Conseguir un buen híbrido que cumpla perfectamente como tableta y que a la vez sea cómodo para escribir y usar como portátil es difícil, por lo que aunque no podemos decir que sea el perfecto, las 10,1 pulgadas parecen el mal menor para intentar unir ambas experiencias. Me explico, a la hora de utilizarse como tableta el tamaño es perfecto, pero para trabajar con ella se queda pequeño.El ángulo de visión que ofrece la pantalla del Fnac One es bueno. Pero el acabado provoca demasiados brillos, lo que unido a que la bisagra que une tableta y teclado no se abra demasiado, acaba complicando bastante las tareas de escritura, sobre todo cuando la estemos utilizando en días soleados y/o en mesas no demasiado altas.
A esto hay que añadirle que el brillo por defecto está un poco bajo y que los colores se muestran un poco demasiado apagados. Esto, de nuevo, no causa problemas excesivas si lo vamos a utilizar como tableta acercándonos mucho a la pantalla, pero estamos ante un híbrido, y sí que dificulta la experiencia de poder utilizarla para trabajar en modo portátil.
Más allá de los aspectos externos de la pantalla, nos encontramos con una resolución HD de 1280x800 píxeles. Esto quiere decir que no llegaremos al Full HD. No es que en 10 pulgadas la diferencia vaya a ser abismal, por lo que podemos considerarlo un sacrificio asequible sin con él conseguimos que el producto en general se abarate.Eso sí, los 800 píxeles se quedan un poco en tierra de nadie, y eso puede resultar un poco confuso para algunas páginas. Me explico, si entramos en YouTube, la web detectará que tenemos más de 720p, por lo que nos ofrecerá la posibilidad de subir la definición de los vídeos a 1080p. Pero claro, la pantalla no llega a tanto, por lo que si elegimos esta opción acabará resintiéndose para nada la fluidez en la reproducción.
Windows 10 es la convergencia según Microsoft. Un sistema operativo con aplicaciones universales que pueden utilizarse tanto en móvil como en ordenador, y que en tabletas es capaz de ejecutarse tal y como haría en un sobremesa. O por lo menos eso es lo que dice la teoría, porque en la práctica aún hay cosas que mejorar.Sobre todo porque al tener una interfaz diseñada para utilizarse con teclado y ratón, algunos elementos de Windows son demasiado pequeños para utilizarse de forma táctil. Las aplicaciones clásicas que nos descargaremos de sus webs tampoco vienen optimizadas para estos tamaños, y la solución de Microsoft, las apps universales, aún tienen un catálogo insuficiente.
Esto quiere decir que cuando estemos utilizando sólo la tableta y abramos, por ejemplo, el Chrome o Firefox, todas las pestañas, la barra de marcadores y las opciones se verán demasiado pequeñas, lo cual es poco intuitivo y difícil de utilizar a la mínima que tengamos los dedos un poco grandes. Lo mismo pasa en muchas otras aplicaciones.
El problema se minimiza con las contadas apps, como al de Facebook, Facebook Messenger, TripAdvisor, o las versiones adaptadas de Netflix y VLC, aunque el catálogo de universales es demasiado pequeño como para poder prescindir de las convencionales. Afortunadamente, cuando encajamos el teclado con el touchpad se hace todo algo más manejable.