El proceso de instalación es bastante sencillo. Para empezar, de la página de descargas te bajarás la versión gratuita en un zip, el cual contiene un archivo .bin que tendrás que montar en un USB. Para hacerlo tendrás que utilizar Chrome, aunque instalado primero el plugin Chromebook Recovery Utility.Una vez ejecutada esta aplicación web de Chrome, dirígete a la parte superior derecha de su ventana y haz click sobre el icono de configuración. En las opciones que te aparecerá elige la de "Usar imagen local", y entonces busca y selecciona el archivo .bin que te has descargado. Dándole a continuar comenzará el proceso de creación del USB (tiene que tener entre 8 y 16 GB libres), el cual tardará unos veinte minutos en completarse.
El USB que acabas de crear actuará como LiveCD, con lo que al introducirlo en el ordenador y encenderlo tendrás que pulsar F11 o la tecla correspondiente en tu equipo para iniciar desde él. Haciéndolo accederás directamente al sistema operativo, donde si pulsas sobre el panel de control verás la opción de instalar CloudReady.Te aparecerán dos opciones, la de instalarlo en Dual Boot para mantener el sistema operativo que tengas instalado y la de eliminar todos los datos e instalar únicamente Chromium OS. Como el mío era un ordenador viejo y formateado elegí la opción de instalar sólo este sistema, donde el proceso se encargó por sí sólo de borralo todo e instalar CloudReady.
Cuando termina de formatear el disco e instalarse el nuevo sistema operativo el portátil se apaga automáticamente, de manera que la próxima vez que lo enciendas ya accederás directamente a CloudReady. De nuevo tendrás que configurar tu idioma, teclado y WiFi, después de lo cual el sistema se actualizará automáticamente y te pedirá iniciar sesión con tu cuenta de Google. Ya está, tu viejo portátil se ha convertido en un Chromebook.
Si de alguna manera tengo que describir mi experiencia utilizando CloudReady sería diciendo que va a toda velocidad y que no me ha dado ni un sólo problema. No me he topado con bugs y todo va rápido y sin lageos. Además, mis temores respecto a flash se esfumaron cuando al iniciar el equipo por primera vez te instala un driver de terceros para que la experiencia de usuario no se resienta.
No puedo decir que lo esté probando en un portátil especialmente viejo, puesto que apenas tiene cuatro año. Pero es el mismo con el que suelo testar todas las distros GNU/Linux de las que os he hablado en Genbeta, y este Chromium OS me está ofreciendo mayor fluidez y menos bugs que muchas de las distribuciones que he ido probando en los últimos años.Soy usuario de Firefox, por lo que Chrome lo tengo bastante olvidado. Aun así, todas las webapps que tenía instaladas y las extensiones funcionan correctamente. Ninguna de las herramientas online que suelo utilizar me ha dado ningún problema, de hecho todo este artículo con sus capturas e imágenes recortadas lo he hecho desde mi viejo nuevo "Chromebook" sin problemas.
Las teclas especiales de Chrome OS vienen implementadas. Esto puede ser un lío, puesto que el F5 muestra todas las aplicaciones abiertas y que si queremos refrescar una página tendremos que darle al F3 en su lugar, pero no es nada a lo que no nos podamos acostumbrar después de varias horas utilizándolas.El punto negativo lo tenemos en el propio concepto de Chromium OS. Es un sistema operativo en el que básicamente tenemos Chrome y un puñado de aplicaciones offline, por lo que los juegos y apps se limitan al catálogo de Chromium. Aun así, es lo suficientemente competente como para poder trabajar con él, que es más de lo que podemos decir de algunos equipos con las mismas especificaciones y otros sistemas operativos.En resumen, CloudReady es una buena manera de devolver a la vida ordenadores poco potentes, con los que podrás navegar sin problema en la red y beneficiarte de las ventajas de un entorno conocido (Chrome) y muy fluido. No está a la altura de Windows, OS X o GNU/Linux en versatilidad, pero requiere menos especificaciones (aunque hay distros igual de ligeras) y ofrece lo suficiente para que el común de los mortales pueda hacer la mayoría de cosas que haría con cualquier otro portátil o sobremesa.
Dell sorprendió a propios y extraños a principios de año con el lanzamiento de los Dell XPS 13, unos portátiles "puros" que entre otras novedades ofrecían una especialmente llamativa. Se trataba de las pantallas Infinity, que destacan por reducir los marcos de forma notable.Esa opción llega ahora a los Dell XPS 15, presentados durante la feria Computex que ha tenido lugar en Taipei estos días. De momento el equipo se ha presentado como ejemplo de lo que podremos ver con el lanzamiento de Windows 10, y se pondrá a la venta en el segundo semestre del año.
Como en el Dell XPS 13, el modelo de 15 pulgadas destaca especialmente por ese diseño de marcos que hace que las dimensiones globales del producto se parezcan más a las de un modelo de 14 pulgadas que a las de uno de 15,6 pulgadas. La pantalla estará disponible tanto en versión 1080p no táctil como en una versión táctil con resolución QHD+ (3.200 x 1.800 píxeles).
La otra característica destacada es la aparente presencia del puerto USB-C que curiosamente casi ningún medio ha mencionado a pesar de su relevancia. Solo los editores de Pocket-Lint lo comentan, pero en la imagen oficial de Dell -que tenéis publicada en Forbes, aquí- queda claro que no solo hay un puerto USB-C en el lateral izquierdo, sino otro puerto USB 3.0 y además un puerto HDMI completo (que parece sustituir al Mini DisplayPort del XPS 13).
A la adopción de ese estándar y su combinación con puertos USB 3.0 tradicionales se le podría sumar la integración de los nuevos procesadores Broadwell-H, que suponen un salto interesante en potencia y prestaciones -veremos cómo afectan a la destacable autonomía de batería de los Dell XPS 13- y que entre otras cosas presumen de GPU con las Iris Pro.No hay fecha concreta de lanzamiento de estos modelos, pero la llegada de Windows 10 el próximo 29 de julio hace pensar en una puesta a la venta pocas semanas después. No será el único que aproveche la salida del nuevo sistema operativo de Microsoft para tratar de triunfar en el mercado, y de hecho durante esa presentación de Microsoft en el evento para mostrar Windows 10 aparecieron otros dispositivos.Por ejemplo mostraron un Todo-en-Uno de Acer, un convertible de Toshiba y un tablet que prepara HP. Pero no hubo noticias de otros modelos muy esperados con Windows 10, y uno de los más intrigantes es ese Microsoft Surface Pro 4 que seguramente le dé una vuelta de tuerca importante al modelo actual.
Seguramente muchos de ellos -si no todos- integrarán esas características que parecen parte de esta nueva hornada: puertos USB-C, pantallas táctiles de altísima resolución o los nuevos procesadores Broadwell-H -no aptos para convertibles y tablets, desde luego- serán acompañantes de un Windows 10 que parece dispuesto a arrancar con la ayuda de estos prometedores equipos.La mente almacena recuerdos durante años que aparecen en el momento más insospechado. Imágenes que asocias, aunque tengan poco que ver, con experiencias nuevas. Tras trabajar unas horas con el Toshiba Portégé Z30 y levantar el portátil para guardarlo, recordé una escena vivida hace años.
Esta contemplando absorto cómo un viejo artesano tallaba una cadena de madera de una sola pieza a partir de la sección del tronco de un árbol. Movido por la curiosidad le pregunté: ¿Cómo es capaz de hacer eso?... "Con mucho cuidado", me contestó. Con cuidado y esmero está construido el Toshiba Portégé Z30. Es la clave para que este potente ultrabook pese únicamente 1,2 kg.El chasis del Toshiba Portégé Z30 está construido con magnesio, un metal tan resistente y ligero que se emplea en aleación para la construcción de llantas de coches de competición. Con las medidas justas para albergar la pantalla (136 x 227 mm), y un grosor que comienza en 13,9 mm en la parte frontal, llegando al los 17,9 mm en la parte posterior, este portátil es una escultura.Viendo cómo mueve el sistema operativo te das cuenta que su aspecto y peso de pluma engañan, porque encierra un hardware muy potente. Una combinación ideal para trabajo profesional en movilidad.
La batería es un elemento responsable de buena parte del peso de un portátil. El equilibrio entre duración, tamaño y peso se ha resuelto con la incorporación de una batería prismática de iones de Litio de cuatro celdas, capaz de brindar hasta 12 horas de autonomía al equipo.Otro de los componentes que más masa suele aportar a un portátil es la unidad de almacenamiento. En el caso del Toshiba Portégé Z30 la solución llega de la mano de una unidad mSATA que tiene un peso de 7,7 gramos para una capacidad de 256 MB.Las medidas reducidas de la unidad mSATA (3,95 mm de altura, 30 mm anchura y 50,95 mm de profundidad), esconden un dispositivo capaz de leer datos hasta 534 MiB/s y escribir con una velocidad de 471 MiB/s.