El sistema de almacenamiento es parecido a lo planteado en Chromebooks, de hecho, los compradores recibirán 100GB de memoria en OneDrive, gratuitos durante dos años. Adicionalmente hay un acuerdo con Dropbox para añadir otros 25GB durante los primeros seis meses.
En cuanto a conectividad: tenemos Bluetooth 4.0, WiFi n, un puerto USB 3.0, un par de USB 2.0, salida HDMI, y ranura microSD. Las dimensiones completas son de 34,4 x 24 x 1,78 centímetros, y pesa 1,75 kilogramos.Como podéis apreciar en las imágenes, el logo de Beats Audio sigue estando presente, así que la colaboración con HP sigue adelante. En esta ocasión se utiliza un sistema de cuatro altavoces. En cuanto a colorido, en las imágenes veis un modelo plateado con acentos en morado, pero conocemos que hay más tonos por imágenes oficiales:
El HP Stream 14 se va a poner a la venta el próximo 24 de septiembre, por 300 dólares, y Windows 8.1 como sistema operativo. Algo más alto que los 289 dólares que la propia HP pide en Estados Unidos por el Chromebook de idéntico tamaño.Ya que hemos tocada a la plataforma de Google, si queréis conocerla mejor, tenéis a mano nuestro análisis sobre Chrome OS, también del modelo Acer C720 Chromebook, que parte de los 250 euros.Respecto a Surface Pro puedo escribir con bastante conocimiento de causa, soy de esos que se compró la primera versión, que he estado usando desde su salida. Además me encargué del análisis en Xataka de Surface 2, amén del de otros equipos “extraíbles” o “convertibles”.
Tanto en los artículos como en el día a día cuando me han preguntado al verme con él, mi palabra para definir la experiencia con Surface ha sido la misma: compromisos. Para intentar llegar a eso que Microsoft – y otros – llevan años buscando (tener un equipo que funda tablet y portátil), las compañías han ido aceptando renuncias que acaban desembocando en una experiencia incompleta: o recortas en el lado de tablet o recortas en el lado de portátil o en los dos.Si hay una vía de búsqueda de convergencia que ha resultado decepcionante los últimos años ha sido la basada en micros Atom de Intel. Cierto que han producido productos ligeros y con una autonomía digna de un tablet, a la par que mantenían a raya el calor… pero pagando el precio de una potencia inaceptable para un portátil de hoy en día. Aunque suelen ser baratos, acaban resultando una decepción para muchos usuarios que a la postre se encuentran un equipo en la práctica monotarea. Si alguien quiere buscar a los herederos de los netbooks, en los equipos híbridos con Atom tiene el candidato perfecto.
Con esta línea en vía muerta uno entiende el paso dado por Microsoft equipando Surface con un i7, en lo que es una apuesta fuerte por llevarlo a la potencia de un portátil de gama alta. ¿Hay compromiso aquí? Hasta analizarlo en condiciones de productividad no tendremos la respuesta, pero la amenaza a la autonomía y el calor disipado está ahí.
En el otro lado tenemos Windows 8, sobre el que hemos discutido mil veces por estos lares. Tiene sus puntos fuertes a la hora de ser una solución para la convergencia tablet/portátil como es lo bien lograda que está ModernUI, la eficiencia en consumo de recursos a pesar de mantener el escritorio y la retrocompatibilidad y el dejar la puerta abierta al interfaz clásico para el momento “notebook”; claro que el añadir complejidad en el manejo al tener dos interfaces, la “curva de aprendizaje” pronunciada para el usuario de Windows clásico y la debilidad en calidad de aplicaciones en entorno tablet diseñadas para táctil no le han ayudado.
En Surface 3 nos vamos a encontrar Windows 8, por supuesto, con la versión completa lo que abre la puerta al universo tradicional Windows y no sólo a las de su tienda compatible con RT. De hecho si sumamos los cambios que vienen en la última update de Windows 8.1 junto a las apuestas hardware de Surface 3 (no sólo el micro, también el irse a 12 pulgadas) parece claro que si hacia algo han balanceado el producto es hacia el portátil ultraligero y no tanto hacia el tablet.Hay quien dice que nombrar al rival en la presentación es síntoma de debilidad. Creo que eso es cierto sólo a veces y que Microsoft hizo un esfuerzo de honestidad al explicar el planteamiento del nuevo Surface 3: vamos a por quienes están considerados como la referencia aspiracional en tablets y portátiles ligeros, iPad y Macbook Air y si es cierto que nuestro producto puede conseguir la convergencia es con ellos con quienes debemos compararnos.
Aunque ese haya sido el marco de discusión que Microsoft ha propiciado con su presentación, lo cierto es que la redifinición de la “nueva computación móvil” tras la explosión de los sistemas operativos móviles y los tablets tiene varios aspirantes más a actor protagonista.
Empezaría por quienes están intentando construir esta experiencia desde Android, con Samsung y su tablet Galaxy Note Pro como máxima expresión. A su favor tiene la marca, el posicionamiento de la gama Note, el ecosistema Android en aplicaciones táctiles y el valor añadido del lápiz; en su contra que en software para trabajar Android está muy lejos de ser una solución competitiva para sustituir el portátil si exceptuamos algunos nichos.
LA REDIFINICIÓN DE LA “NUEVA COMPUTACIÓN MÓVIL” TRAS LA EXPLOSIÓN DE LOS SISTEMAS OPERATIVOS MÓVILES Y LOS TABLETS TIENE VARIOS ASPIRANTES MÁS A ACTOR PROTAGONISTA
No perdería de vista dos esfuerzos interesantes por mucho que a día de hoy estén lejos de ser una opción competitiva en el mercado. Por un lado Ubuntu y su propuesta de “sacar el sistema del móvil” – concepto que ya vimos en Atrix y sobre el que están también Google y otros – y por otro lado Chrome OS, cuya llegada a los tablets se ha rumoreado varias veces.
Sobre este sistema tengo la espina clavada de ser muy escéptico respecto a él pero no haber podido probarlo en serio para reafirmarme (o cambiar de opinión, claro). En todo caso, Google no parece tener mucho fuelle en la convergencia toda vez que su sistema de escritorio es notoriamente menos competitivo que el de Microsoft, Linux o Apple… de momento. Si algo creo que veremos los próximos dos años van a ser decisiones críticas en evolución de producto de Android y Chrome Os.Y falta por hablar de Apple, al que a menudo se le piden cambios pero al que le sigue yendo bien desde hace varios años con una fórmula muy diferenciada entre sistema móvil con iOs y sistema de escritorio con Mac Os
Cuando compré el Surface me tocó – como tantas veces pasa a cualquier usuario de Xataka – actuar como “consejero de compras de gadgets” con una pregunta muy clara: ¿le recomendaba el Surface Pro 1 o el Macbook Air? Mi respuesta fue que el Air era un producto mucho más redondo, tras varias iteraciones la mejor versión de lo que debía ser un portátil ligero y que, a no ser que fuese refractario a Mac OS, era opción ganadora. Pero, añadí, la primera versión de Surface me ha gustado bastante más que la primera versión que apareció de Macbook Air.LA SALIDA DE SURFACE PRO 3 PODRÍA ANIMAR A APPLE A MOVER FICHA. LA DUDA ES SI LO HARÁN SIN ESTAR CONVENCIDOS DEL PRODUCTO O HABER CONSEGUIDO UNA EXPERIENCIA DE USUARIO MUY CONSISTENTE
El caso es que si Surface 3 llega en un momento en que la tecnología – léase Intel con sus micros, los avances en batería y disipación de calor – les permite ofrecer una convergencia en la que por fin tenemos – como sospecho – un portátil sobresaliente y un tablet que se acerca al notable, es probable que esa madurez en los componentes anime a los de la manzana a mover ficha.