El conector de alimentación, como ya nos tiene acostumbrados Apple, es el sistema magnético Magsafe que es reversible y permite que esté se desconecte sin afectar al conector o llevarse el portátil por delante ante un eventual tirón del cable. En esta lista, quizá haya quien haya echado en falta el conector Ethernet para redes locales que Apple ya no incluye en sus portátiles, aunque si necesitas obligatoriamente esta conexión puedes adquirir por 30 euros un adaptador USB a Ethernet de la propia Apple para conectarte a la red local de tu empresa o en tu hogar. Por supuesto, lo que si tienes es la conexión inalámbrica Wi-Fi más avanzada 802.11 ac, además de Bluetooth 4.0.
Como la mayoría de los usuarios sabe, los MacBook Pro retina incorporan una pantalla de alta densidad que permite que la vista (a una distancia normal) no distinga los puntos de los elementos que se muestran. El modelo de 13 pulgadas cuenta con una pantalla con resolución de 2.560 por 1.600 píxeles, con una densidad de 227 puntos por pulgada y con tecnología IPS (el mismo tipo de panel que usa en los iPad e iPhone). El brillo, contraste, ángulo de visión de la pantalla y su correspondencia de color son excelentes, lo que significa que puedes usar el portátil para tareas en los que la imagen sea crítica como la edición de fotografías o vídeo. Por supuesto, en exteriores con mucha luz, la visibilidad baja de manera significativa como en cualquier pantalla de un smartphone o tableta, pero aún así podrás usar el ordenador, siempre que tengas en cuenta que no es lo más adecuado.
Además de la propia resolución y calidad del panel, hay un segundo elemento interesante y es que el sistema operativo permite en los MacBook Pro Retina adaptar la resolución que deseas usar en la pantalla. Así, puedes asignar un modo “puro retina” en el que se muestra la misma imagen que en una pantalla de 13 pulgadas normal con una resolución simulada de 1.280 por 800 píxeles (aunque con el doble de detalle), o distintos modos en los que los elementos se muestran más pequeños, hasta un modo en el que ves una imagen muy similar a la que tienes en una pantalla de 27 pulgadas, aunque evidentemente mucho más reducida. La pregunta que alguno puede hacerse es para qué puede servir este modo, y la respuesta es sencilla: cuando tienes que usar aplicaciones profesionales que usan muchas paletas o herramientas en pantalla como Final Cut X, Logic X, Photoshop, etc. Con estos programas, en ocasiones es preferible colocarse un poco más cerca de la pantalla y forzar la vista a cambio de tener una superficie más cómoda para trabajar con una interfaz muy abigarrada de ventanas, paletas y herramientas. Después, cuando vayas a trabajar en tareas más ligeras o programas más sencillos, puedes asignar un modo de visualización que muestre los elementos más grandes para no tener que forzar la vista o colocar tan cerca la pantalla.
MacBook Pro Retina 13: Rendimiento
En lo que respecta al rendimiento, incluso siendo el modelo más económico de la gama, con procesador Core i5 a 2,6 GHz y 8 GB de RAM, el MacBook Pro 13 es un ordenador con potencia de sobra para cualquier trabajo habitual de un portátil e incluso mucho más allá, ya que, gracias a su generosa dotación de RAM y su disco SSD, puedes llevar a cabo con fluidez trabajos de edición de vídeo con calidad Full HD, sonido multipista, o edición de fotos que hasta hace poco requerían de ordenadores como los iMac de gama media o superior o incluso los potentes MacPro. En las pruebas de rendimiento con aplicaciones como NovaBench obtuvimos un índice de 706 puntos, pero muy penalizados por el sistema gráfico en placa. Así, el MacBook Pro Retina Core i5 iguala o supera fácilmente a un iMac de 27 pulgadas con Core i5 a 2,8 GHz y 16 GB de RAM de hace algunos años. En algunos aspectos, como la velocidad de disco las diferencias son abismales a favor del MacBook Pro por su unidad SSD, en tareas que afectan a la CPU están más o menos a la par (tanto en operaciones con enteros como en coma flotante) y tan sólo en rendimiento de la GPU el portátil está por debajo al no incorporar un sistema gráfico separado.
La prueba de fuego para el MacBook Pro no ha sido otra que un viaje de cinco días en el que el portátil de Apple debía servir, además de para tareas habituales como conectarse a Internet, o usar el correo y redes sociales; para crear y editar textos y fotografías para su publicación web. Sin embargo, la prueba más dura era que el MacBook Pro tenía que servir para editar vídeos con la máxima calidad con el programa para edición de vídeo Final Cut, incluyendo proyectos con múltiples pistas de audio y vídeo, transiciones y correcciones de color. Todo ello debía además ser codificado en el mínimo tiempo para así publicarse en el mismo día con calidad Full HD 1.080p.
Para ello, como hemos comentado, tuvimos que seleccionar la opción de máxima resolución de la pantalla, que permite contar con más elementos en pantalla (aunque más pequeños, claro) como paletas de herramientas o ventanas y que resulta ideal para usar programas como Final Cut. La única incomodidad es en este caso que tendrás que volcarte el portátil algo más cerca de la vista, pero lo más impresionante es que, más allá de eso, en todo momento tienes la sensación de estar trabajando con una estación de trabajo y no un portátil. Y es que el MacBook Pro retina de entrada de gama, con un disco externo para los archivos de vídeo, es una máquina de una productividad impresionante con Final Cut Pro X. La edición es completamente fluida, las transiciones y efectos se muestran en tiempo real y la codificación final de los proyectos es muy rápida. Así, lo único que se echa de menos es una pantalla de más tamaño, pero cuando guardas el equipo y ves que en un pequeño maletín puedes llevar una completa estación de producción de vídeo rodante -tu cámara réflex, micrófonos, trípode y un disco externo (además de otros accesorios como una grabadora externa, baterías, o una segunda cámara de respaldo)- te olvidas de que la pantalla es más pequeña que la que habitualmente usas para editar con un iMac o un Mac Pro.
En conclusión, como decíamos, el MacBook Pro Retina es un portátil que se realmente se ha ganado su apellido “Pro” porque incluso en su configuración base es capaz de afrontar tareas que hasta hace muy poco estaban reservadas a los portátiles muy de gama alta. Además, es una máquina que es ligera y compacta, casi como un MacBook Air, está genialmente resuelta en el apartado de conexiones (aunque se echa de menos que se suministre el adaptador a Ethernet), y su pantalla Retina hace que, además de ofrecer una calidad de imagen impresionante, esconda en su interior “un portátil más grande” para cuando necesitas el máximo espacio en pantalla y no te importa forzar un poco la vista. Lo peor de la pantalla Retina de los MacBook Pro es que cuando la usas una temporada ya nunca vuelves a ver un ordenador “normal” como antes y todas las pantallas te parecen faltas de nitidez y con píxeles visibles (es algo parecido a lo que sucedió cuando salió el iPhone 4 con su pantalla Retina y, de pronto, nos dimos cuenta de lo visibles que eran los puntos en otros smartphones). En lo que respecta a la autonomía, aunque lo habitual es que a lo largo del día siempre encuentres un lugar donde enchufar el portátil, el MacBook Pro te ofrece sin problemas una jornada de uso y más todavía si te acuerdas de ajustar el brillo y de usar la máquina sin derrochar energía (es decir sin tener conectados discos externos o periféricos que no vas a necesitar y ajustando las opciones del economizador).
En resumen, puede decirse que el MacBook Pro Retina, con un precio de 1.329 euros, es un portátil algo más caro que otras opciones profesionales del mundo PC que pueden estar por debajo de los 1.000 euros (evidentemente, no tenemos en cuenta las opciones más asequibles de portátiles del mundo PC porque no son comparables). Sin embargo, más allá del precio o del hecho de que la configuración que compres es poco probable que la puedas actualizar, la oferta de Apple no tiene una sola fisura en su concepto, diseño y prestaciones y es ideal para quien necesite un portátil que pueda afrontar las tareas de una máquina de sobremesa comprimida en un cuerpo ultra compacto y no le importe pagar un poco más. Evidentemente, si lo que buscas es un portátil “de batalla” para conectarte a Internet o para trabajo más ligero hay opciones mucho más económicas, pero no esperes que te ofrezca las prestaciones, productividad y longevidad de los último MacBook Pro de Apple.
Tras anunciarlo de manera oficial hace unos días, ahora se han filtrado todas las características técnicas del ZP999, el nuevo buque insignia del fabricante chino Zopo que llegará en dos versiones, una estándar y otra pro.
Zopo es otra de las compañías chinas que, poco a poco, han logrado irse abriendo un hueco en el competitivo mundo de los smartphones. Aún no se encuentran al nivel de Xiaomi o Lenovo, pero en ello están, y de seguro su nuevo buque insignia, el ZP999, del que se acaban de conocer todas las especificaciones, les ayudará en la tarea.La propia empresa lo anunció de manera oficial hace unos días, y ahora la gente de Gizchina ha logrado hacerse con todas las características técnicas, además de desvelar que llegará en dos sabores, la versión estándar y la pro.Entrando en detalles, a nivel diseño tenemos que el ZP999 es clavado al ZP998, sin duda el Zopo mejor construido desde que la compañía arrancó sus operaciones, y que además de eso, también comparte con ese la pantalla tanto en la versión estándar como en la pro: panel de 5,5 pulgadas, con 1280×720 píxeles de resolución el estándar y 1920×1080 píxeles de resolución el pro.
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